En el marco de los festejos por el Bicentenario de la Independencia, el Museo Histórico Nacional estuvo abierto hasta la medianoche para recibir el 9 de julio con una sentida identidad patriótica. Ya desde las primeras horas del viernes (feriado), cientos de visitantes se acercaron para recorrer las instalaciones. Y a partir de las 18, con el ingreso del público se inauguró la sala El tintero de la Independencia donde se exhibió esta pieza de plata que se utilizó en el Congreso de Tucumán en 1816. Allí los presentes pudieron completar su propia Acta de la Independencia en pequeñas réplicas que luego fueron depositadas en una urna, y también compartidas a través de las redes sociales. Al finalizar la jornada, el tintero fue trasladado al Museo Casa Histórica de la Independencia donde permaneció unas horas para formar parte del acto central.
Además, participó el destacado orfebre Juan Carlos Pallarols con su taller itinerante Dos rosas por la paz quien junto a los visitantes estuvo tallando los pétalos confeccionados con material bélico proveniente de la guerra de Malvinas. Esta actividad se desarrolló en el sector de exhibiciones temporarias ubicado en el subsuelo, donde muchísimas personas (entre ellos ex combatientes), martillaron el metal en la mesa de trabajo improvisada para la ocasión. Con el enorme orgullo de saber que esta obra colectiva pronto se convertirá en una ofrenda floral para honrar a los caídos de ambas naciones, cuando sea llevada rumbo a su destino final en el Atlántico Sur.
Otra de las atracciones de la velada, fue el grupo recreacionista "Sociedad Victoriana Augusta Argentina" que con su atuendo de época realizó una acabada representación de aquellos tiempos coloniales. También hubo lugar para la música, con la participación de Musicorum y El Aventón, que ejecutaron excelentes interpretaciones que fueron reconocidas ovacionadas por un auditorio colmado. Ya promediando la noche, el musical Pasión y Mandato. Libertad al Virreinato cerró la vigilia acompañado de grandes y chicos que se quedaron hasta el final a pesar de la hora. Aunque valió la pena la espera, porque rieron sin parar con los disparatados héroes encarnados por los actores del grupo Cuarto Creciente. Quienes luego de un intenso recorrido por nuestra historia, partiendo desde la Revolución de Mayo hasta llegar al Congreso de Tucumán, concluyeron con la sentida interpretación del Himno Nacional acompañados por el coro y su pianista. Y de toda la nutrida concurrencia que estaba dentro y fuera del salón auditorio, aguardando especialmente la llegada de este momento tan especial.
Por último, la titular de la Dirección Nacional de Museos, Rocio Boffo, pronunció unas palabras de agradecimiento al público por el apoyo a esta iniciativa de la Secretaría de Patrimonio Cultural. Además de reconocer la colaboración de los trabajadores del Museo Histórico Nacional y de la Asociación de Apoyo al Museo Histórico Nacional para llevar adelante esta vigilia.
