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Museo Histórico Nacional

Detalles para ver

“Detalles para ver” es un ciclo de publicaciones cuyo fin es distinguir en cada entrega un objeto del patrimonio perteneciente al Museo Histórico Nacional.

En esta edición se destaca un reloj obsequiado por el Regimiento 71 inglés al Hospital de Bethlemitas, que se exhibe en la sala "Revolución de Mayo y Guerra de la Independencia".
 
Si Tomas George Love contrastaba en sus emociones los trofeos de la victoria de criollos y españoles sobre los planes expansivos británicos; Alexander Gillespie, que sufrió la derrota, sin embargo, fue capaz de reconocer en la organización de los dominicos, su incursión en cuestiones de herboristería y sanidad, y los servicios prestados a los heridos y enfermos ingleses. Y como muestra de la gratitud del Regimiento 71 “Highlanders”, hacia los sacerdotes que les suministraron las atenciones médicas necesarias, se conserva en el Museo Histórico Nacional un interesante reloj que le fuera obsequiado por aquellos soldados a los sacerdotes bethlemitas.
 
Decimos interesante por su simbolismo religioso. En la parte superior del reloj pueden distinguirse dos figuras de cuerpos leoninos, con las cabezas humanas mirando en dirección contraria. Sobre los lomos de estas dos esfinges monta el cuerpo esférico achatado del reloj. Esta composición puede ser interpretada como una representación “escultórica” del dios Aker, divinidad del Antiguo Egipto que era el sol en el mundo subterráneo, diríamos en el nadir o en el fondo del cielo. Era el ayer y el mañana, lo que fue y lo que será. Era el dios sol que después de ponerse en el horizonte occidental se sumergía en el mundo subterráneo, lo atravesaba y volvía a levantarse por el horizonte oriental. Dice F. Max Müller en su trabajo Mitología Egipcia “Algunos artistas y teólogos tardíos también separaron la figura compuesta de Aker en dos leones que se vuelven de espalda mutuamente y transportan las dos montañas entre las que sale el sol. Subsecuentemente, en algunos comentarios se denomina a estos misteriosos leones “la mañana” y “el ayer”, mientras otros los confunden con los dos leones celestiales, Shu y Tefenet”; por su parte, Marie-Louise von Franz en su trabajo Alquimia acota: “se representa al dios o a la palabra Aker (…) como el doble león o el doble perro, o como Ayer y Mañana, porque en la mitología egipcia esta imagen total representa el momento de la resurrección del dios solar. Ayer murió, mañana volverá a estar vivo. La medianoche, cuando el sol está en su punto más bajo y comienza otra vez a levantarse, es el momento crítico de la muerte de la vida, del ayer al día siguiente. Este momento, el más bajo de la enantiodromía y de la resurrección, es Aker, porque Aker significa “aquel momento”. En estas lenguas muertas y en las antiguas lenguas primitivas, Aker no sólo significa el momento, sino también el lugar y la situación de muerte y resurrección, de ayer y mañana, de la resurrección y regeneración del dios solar”.
 
Pues bien, Aker era representado con un círculo sobre los cuerpos de dos figuras leoninas que miraban en sentido contrario, tal como se registra en la composición de la mitad superior de este reloj. Aunque debemos señalar que en el reloj las figuras leoninas han devenido en esfinges. El simbolismo del reloj, se puede asociar con la génesis de la egiptología, a partir de la campaña napoleónica en Egipto y la difusión en Europa de los conocimientos de esa civilización antigua.