“Se reunieron en casa de Escalada, varias señoras y niñas, que han pasado a la historia bajo la denominación de Sociedad Patriótica. El reloj cuya campana oímos sonar todavía y que perteneció a su hogar, marcó la hora en que se juntaron las que debían producir el documento redactado por Monteagudo, en que se manifestaba que: “Cuando el alborozo público lleve hasta el seno de sus familias la nueva de una victoria podrán decir en la exaltación de su entusiasmo: “Yo armé el brazo de este valiente que aseguró su gloria y nuestra libertad”. Eran las doce de la noche, cuando se retiraban las unas y se quedaban las otras, comentando su actitud, que había de producir honda sensación al publicarse en la Gaceta. El enemigo las acechaba en la sombra, pues en esa semana y en altas horas, Álzaga y sus cómplices, preparaban el golpe que por fortuna resultó contra ellos. Al día siguiente los miembros del gobierno se imponían de la abnegada y altiva comunicación, y mientras agradecían por escrito y felicitaban personalmente a sus autoras sacaban recurso de se escasez para completar la suma que era requerida por los comisionados, a fin de pagar los fusiles que harían retroceder al invasor en Tucumán y rechazar en el Cerrito a los dominadores de Montevideo. Un pueblo que poseía mujeres de esa estirpe, bien merecía la victoria y ella coronó los ideales que inspiraban almas intrépidas y sostenían corazones valerosos”.
FUENTE: CARRANZA, Adolfo P.; “Patricias Argentinas”, Buenos Aires, Editado por la Sociedad Patricias Argentinas “Dios y Patria”, Bs As, 1910, pp 18-19.
“El 26 de junio de 1812, apareció en la Gaceta Ministerial el texto de una nota presentada al Triunvirato por varias damas porteñas, ofreciéndose para ayudar de su peculio a la erogación del armamento que acaba de adquirir el gobierno para los ejércitos de la libertad: cada una de ellas ofrecía costear un fusil. Encabezaba las firmas, la novia de San Martín, Remedios de Escalada. Acompañábanla entre otras, su hermana Nieves, sus primas las Quintana y las señoras Isabel Calvimonte, esposa del Dr. Agrelo; Ángela Castelli, hija del tribuno de Mayo; Mariquita Sánchez y, a pesar de ser española, doña Carmen Quintanilla de Alvear. “La causa de la humanidad – dice la nota- con que está íntimamente enlazada la gloria de la patria y la felicidad de las generaciones, debe forzosamente interesar con una vehemencia apasionada a las madres, hijas y esposas que suscriben. Destinadas por su naturaleza y por las leyes a llevar una vida retirada y sedentaria, no pueden desplegar su patriotismo con el esplendor que los héroes en el campo de batalla. Saben apreciar bien el honor de su sexo a quien confía la sociedad el alimento y educación de sus jefes y magistrados, la economía y el orden doméstico, base eterna de la prosperidad pública; pero tan dulces y sublimes encargos las consuelan apenas en el sentimiento de no poder contar sus nombres entre los defensores de la libertad patria. En la actividad de sus deseos han encontrado un recurso, que siendo análogo a su constitución, desahoga de algún modo su patriotismo”. La nota expresa luego su propósito de costear la donación de fusiles con sus ahorros. “Ellas substraen la suma necesaria, gustosamente de las pequeñas pero sensibles necesidades de su sexo, por consagrarla a un objeto, el más grande que la patria conoce en las presentes circunstancias. Cuando el alborozo público lleve hasta el seno de sus familias la nueva de una victoria, podrán decir en la exaltación de su entusiasmo: “Yo armé el brazo de ese valiente que aseguró su gloria y nuestra libertad”. Dominadas de esa ambición honrosa, suplicamos las suscriptoras a V.E se sirva mandar se graben sus nombres en los fusiles que costean”. El Triunvirato aceptó el donativo. La novia de San Martín fue, sin duda, el numen inspirador de aquel gesto espartano”.
FUENTE: ROJAS, Ricardo; “El Santo de la Espada. Vida de San Martín”, Buenos Aires, Librerías Anaconda, 1933, pp 88-89.
“Compra de armamentos. “El 13 de mayo de 1812 arribaron los comisionados – Diego Saavedra y Juan Pedro Aguirre-, en el puerto de la Ensenada de Barragán a bordo del buque de bandera estadounidense Liberty y el 19 de mayo en Buenos Aires. Habíendose difundido entre la población la llegada al puerto de Buenos Aires del buque y el rumor de que la situación económica del gobierno revolucionario dificultaba la compra de armamento, el 30 de mayo de 1812 se reunieron en casa de Tomasa de la Quintana de Alvear, catorce damas de la sociedad porteña. Desde la última etapa del virreinato se había difundido la moda francesa de “los salones”, que en el pequeño universo porteño tendió a resumirse en la forma modesta de “las tertulias”. Las patricias que serían reconocidas como Sociedad Patriótica, donaron el importe de 13 fusiles y 2 onzas de oro para que cuando “el alborozo público lleve hasta el seno de las familias la nueva de una victoria, podrán decir en la exaltación de su entusiasmo; yo armé el brazo de este valiente que aseguró su gloria y nuestra libertad”, en las palabras de su presentación, redactada por Bernardo de Monteagudo.
Las damas que suscribieron, donando el fusil: Tomasa de la Quintana de Alvear, María de los Remedios de Escalada, María de las Nieves Escalada, María Eugenia Escalada de Demaría, Ramona Esquivel y Aldao, Mariquita Sánchez de Thompson, Petrona Bernardina Cordero, Rufina de Orma, Isabel Calvimontes de Agrelo, María de la Encarnación Andonaégui de Valdepares, Magdalena de Castro de Herrero, Ángela Castelli de Igarzábal, y con onzas de oro Carmen Quintanilla.
El 26 de julio de 1812 el Triunvirato aceptó el donativo, publicándose en La Gazeta de Buenos Aires”.
FUENTE: “Revista de Buenos Aires: Historia Americana, Literatura, Derecho”, Vol XVI por QUESADA ,Vicente G .
MYERS, Jorge; “Una revolución en las costumbres: las nuevas formas de sociabilidad de la elite porteña, 1800-1860” en (1999) “Historia de la vida privada en la Argentina”, bajo la dirección de DEVOTO, Fernando y MADERO, Marta; Tomo I “País Antiguo. De la Colonia a 1870”, pp 111-141
GONZALEZ BERNALDO, Pilar; “Vida privada y vínculos comunitarios: formas de sociabilidad popular en Buenos Aires, primera mitad del siglo XIX” en (1999) “Historia de la vida privada en la Argentina”, bajo la dirección de DEVOTO, Fernando y MADERO, Marta; ob cit., pp 157-164.
GLUZMAN, Georgina; “Imaginar la nación, ilustrar el futuro. Ilustración Histórica Argentina e Ilustración Histórica en la configuración de una visualidad para la Argentina” en (2013) “Atrapados por la imagen. Arte y política en la cultura impresa argentina”. MALOSETTI COSTA, Laura y GENÉ, Marcela (compiladoras); Buenos Aires, Edhasa, pp 52-69.
