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Museo Histórico Nacional

El catre de San Martín

El cruce de los Andes fue una gran hazaña militar. Esta campaña aseguró la Independencia de vastos territorios, y puso fin al poder colonial de España en América del Sur.

Cuando decimos una de las mayores hazañas militares de la historia mundial, nos referimos a que ni siquiera tiene comparación con la campaña de Napoleón por el sendero del Gran San Bernardo, realizada a 2.500 metros de altura con todos sus vehículos de artillería. Mientras que San Martín, debió cruzar cinco cordilleras con una altura promedio de 5.000 metros, sin poder llevar ningún rodado. Napoleón, en su avance, contó con la ayuda de varios centros poblados. San Martín, por el contrario, debió afrontar la aridez de los Andes careciendo de una población que lo socorriese.
Adolfo Pedro Carranza, —fundador y primer director del Museo Histórico Nacional— en su recopilación titulada “San Martín, su correspondencia” de 1911, incluye el siguiente texto escrito por el Libertador:
Las dificultades que tuvieron que vencerse para el paso de la cordillera, sólo pueden ser calculadas por el que las haya pasado: las principales eran la despoblación, la construcción de caminos, la falta de leñas y sobre todo de pastos; el ejército arrastraba 10.600 mulas de silla y carga 1.600 caballos y 700 reses, y a pesar de un cuidado indecible, solo llegaron a Chile 4.300 mulas y quinientos once caballos en muy mal estado, habiendo quedado el resto muerto o inutilizado en las cordilleras; dos obuses de a seis, y diez piezas de batalla de a cuatro que marchaban por el camino de Uspallata, eran conducidas por quinientos milicianos con zorras, y mucha parte del camino a brazos con el auxilios de cabrestantes para las grandes eminencias; los víveres para veinte días que debía durar la marcha, eran conducidos a mula pues desde Mendoza hasta Chile no se encuentra ninguna casa ni población y tiene pasarse cinco cordilleras. La puna o soroche había atacado la mayor parte del ejército de cuyas resultas perecieron varios soldados, como igualmente por el intenso frío: en fin, todos estaban bien convencidos que los obstáculos que se habían vencido no dejaban la menor esperanza de retirada; pero en cambio, reinaba en el ejército una gran confianza, sufrimiento heroico en los trabajos, y unión y emulación en los cuerpos”.
Para recordar esta empresa, compartimos imágenes del catre de campaña del general José de San Martín. El baúl que contiene al catre es de madera recubierto en cuero negro y posee una tapa forrada en su interior con un espacio para guardar ropa.
En 1864 Mariano Balcarce, yerno del general y ministro argentino en París, envió como obsequio a Bartolomé Mitre —en ese entonces presidente de la República—, el catre de campaña del Libertador. Después de conservarlo por varios años, Mitre decidió donarlo al Museo Histórico Nacional, llegando el 1 de junio de 1890. Actualmente el mismo se encuentra en exhibición en la sala Pasos de Libertad junto a otros objetos del prócer.
Este catre acompañó a José de San Martín en toda su campaña libertadora americana, excepto cuando fue tomado por los realistas en la noche del 19 de marzo de 1818, tras la derrota del ejército patriota en Cancha Rayada. Pero dieciséis días después, el 5 de abril, fue recuperado tras la victoria de los americanos en Maipú. San Martín trajo el catre consigo desde Lima y viajó con él a Europa.